Cuando El Rosa Pasa De Moda-

Dos personas. Cada una hace su vida. Hasta que se cruzan los caminos, y se encuentran. Deciden conocerse, y buscan absolutamente todos los momentos posibles para poder entrar uno en la vida del otro un poquito más.
Y llega eso que ambos esperaban sin saberlo; el amor. Se enamoran perdidamente y comienzan a construir una vida juntos, llena de momentos felices. Entran en esa etapa rosa de encantamiento e idealización totales, y son perfectos el uno para el otro. Charlando, se dan cuenta que son tan pero tan parecidos, que hasta cumplen años el mismo día. Y tienen gustos semejantes y diferentes a la vez, que se van compartiendo en un sinfín de risas y sonrisas. Pero hay algo que tienen en común, que no les juega a favor, y es que los dos son egoístas, o egocéntricos si se quiere.
¿Y qué pasa ahora? Bueno, parece que el rosa pasa de moda. El amor es dar sin esperar nada de vuelta, y cuando uno da sin importar nada, al otro le dan ganas de dar.
El punto es que cada uno piensa lo que le falta, y no lo que ya tiene. Resulta que ahora uno hace esto, aquello, y no tiene tiempo para el otro, que se siente en décimo lugar, cuando pretende ser prioridad número uno. Y uno, dice que el otro no lo entiende con sus espacios, responsabilidades y demás.

Se encierran en lo que quiere cada uno y no en dar al otro como debería ser.

De este modo, si se da la suerte de que uno de los dos afloja y da, la otra persona, como siempre piensa que falta, como no es conformista, se queja y pide más, y más y más. Porque quiere todo. Y al que hace todo lo que puede por dar todo lo que tiene, ya no le dan ganas de seguir dando porque si no se valora lo dado, no tiene sentido.
Y los planteos nunca terminan. Siempre es lo mismo. Es cíclico, como el inglés, pero cansa y desgasta la relación. Aun hay tiempo para salir de uno mismo. Ésa es la verdadera esencia del amor. Sin olvidar, claro, la confianza ciega en la otra persona.
Se aman, son hermosos juntos. Sólo hace falta encontrar el equilibrio, no perfecto porque la perfección no existe, pero lo mejor posible.
Y es así. Es amor. Y es más fuerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario